domingo, 31 de enero de 2021

Domingo pasado por agua.

No se entiende cómo es que de repente, en plena recta final de enero, apareció un otoño rioplatense de manual, traccionado por una sudestada que promete días de agua, fresco y gris. Pero así es nomás. De todas maneras, como nosotros estamos metidos en esta cápsula atemporal en la que todos los días son el mismo día, podría ser cualquier mes del año, de cualquier año, y nos resulta exactamente igual. Hace dos meses y medio nos escapamos del almanaque y seguimos empujando fuerte para volver al cronograma terráqueo.

Más allá del contexto otoñal, hoy a la mañana hubo un paréntesis climático que permitió una estadía en el jardín. A propósito de esto: se ve que algunos bríos están queriendo volver, porque a la vuelta de esa jardineada me llegó la llamada de atención de ajustar el riego de un par de plantas en particular. Ojito.
El resto del día tuvimos un VAC funcionando como un violín, bastante lectura y varios recorridos por Italia mirando documentales.

La alimentación nos dio otro balance positivo que nos hace ilusionar.

sábado, 30 de enero de 2021

Fin de sábado.

Día tranquilo y sin mayores sobresaltos.

Bien temprano hizo una visita de rutina la enfermera, y el resto del día fue una sucesión de sentarse en diferentes sillas y sillones, recostarse, leer y viajar con documentales de la Toscana y Madeira.
La visita al jardín hoy se suspendió por mal clima. Pero pese a la sudestada, el equipo de cocina se puso en pie de guerra y enfrentó este otoño en enero haciendo un dignísimo asado. Siempre por indicación médica, por supuesto.

El comportamiento del VAC fue impecable. Sigue avanzando el cierre de la herida.

La alimentación de hoy fue felizmente correcta, y el ánimo sigue con las oscilaciones que ya conocemos, intercalando momentos más luminosos con momentos menos luminosos. Como el clima, pero varias veces dentro de un mismo día.

viernes, 29 de enero de 2021

Cerramos el viernes.

Tuvimos la visita de quien supervisa la internación domiciliaria. A partir de los resultados de los análisis de sangre que se hicieron la semana pasada, se agrega una batería de refuerzos de vitaminas y complementos. Si bien en estos días la alimentación mejoró un poco con respecto a los días en los que se hizo ese análisis, lo mejor es reforzar para no exponerse a riesgos.

Finalmente, se destrabó la burocracia del VAC: trajeron los insumos y vino la técnica encargada de hacer las curaciones y reajuste del sistema.

Hubo un buen rato de disfrutar el jardín, con breve instructivo sobre poda de rosales incluido. También un par de capítulos de serie en el sillón y bastante lectura. 

La alimentación, sin ser la mejor de estos días, se mantuvo aceptable. El equipo de cocina saca toda la pirotecnia gastronómica a la cancha en cada preparación para tratar de avanzar algún casillero. 

El ánimo por momentos nos regala rachas un poco más chispeantes. No sobra nada, pero se mantiene el rumbo, que es lo más importante.

jueves, 28 de enero de 2021

Fin de jueves.

Siguiendo la cronología del cierre de ayer, y como en toda buena historia de suspenso, las cosas no terminaron siendo como parecía.
Cuando todo indicaba que El Malo había sido aniquilado, por la espalda de la protagonista vimos fuera de foco que de la bañera volvía a levantarse lentamente el enemigo: anoche, durante toda la noche, la alarma del VAC no dejó de sonar. Por más que se intentó improvisar parches, tapones y sellados, sonó, sonó y sonó. Papá llegó a acostarse en el piso, al lado de la máquina, para resetearla cada vez que sonaba, para ganar unos segundos de silencio hasta que otra vez recomenzara el pitido. Una locura.
A las 6am decidió poner todo en la cancha y mandó hasta al arquero a cabecear al corner: cubrió todo el sellado de la panza con otra capa de sellado y, finalmente, la alarma dejó de sonar.

Hoy hubo intensas idas y vueltas burocráticas, ya algo más subidas de tono, porque encima de esto, todavía no se habían aprobado los insumos nuevos para el VAC, por lo que por más que viniesen quienes están a cargo, no se habían enviado los elementos de trabajo.
Una vez más, aparentemente hoy se habría destrabado el asunto.
De todas formas, mañana viene a hacer un control el supervisor de la internación domiciliaria, así que el plan es tratar el tema.

En cuanto al día en sí, lo más destacable es que en las comidas notamos un nuevo pequeño progreso, casi casi acercándonos a cantidades “normales”. El gran estímulo es que comer es acelerar el proceso, y eso es lo que más queremos todos.

También quiso lavarse el pelo por sí misma por primera vez en dos meses y medio. Se la vio muy contenta y a gusto una vez terminada la tarea. El valor de las cosas ínfimas cuando, al perderlas, descubrimos que no eran tan ínfimas.

Seguimos avanzando.

Gracias gigantes, siempre, a quienes nos hacen llegar día a día un montón ánimos y apoyo. Nos hacen bien. Nos sostienen. ¡Gracias!


 

miércoles, 27 de enero de 2021

Miércoles de aventuras.

La gesta empezó con la bajada de escalones de casa (que por estos días equivale a trepar un muro de 2 metros), y el disparo de inicio fue el golpazo accidental que ligó el equipo del VAC ni bien lo subimos al auto. No sonó la alarma y siguió funcionando. Zafamos.
Durante el viaje la pasajera midió bastante sus críticas a las cunetas y a la coctelera de los pasos a nivel. Un enorme punto a favor fue que hoy en el sanatorio donde veía al cirujano, también atendía el kinesiólogo que la está tratando, que se ofreció a ir a recibirla para ayudar con el traslado por el edificio. Cuestión que al final terminó siendo una sesión de kinesiología improvisada, con escaleras, rampas y uso intensivo de piernas.

La evaluación de la herida fue que, si sigue todo como viene, en unas dos semanas se podría estar dando por terminada la fase VAC y volverían las curaciones con azúcar, pero ya como instancia de cicatrización final.
La consigna para acelerar la curación: comer MUCHA carne, para meterle una gran carga de proteínas al motor.
¿Alguien dijo parrillada todos los días?
Bueno. Pero, pero sin perder un hígado por semana.

En tres semanas, nuevo control con el cirujano.

El resto del día fue un poco la rutina de esta última semana: un poco de siesta, sillón, lectura y series. Por momentos estamos notando algo más de fuerza e iniciativa. No es un gran brillar, pero alcanza para seguir empujando y creyendo que hay buenas cosas por venir.

Digno cierre del día: justo antes de dormirse, de la nada empezó a sonar la alarma del VAC.
El Ingeniero metió mano, hizo unas magias con el sellado y la máquina se calló.
 

martes, 26 de enero de 2021

Cerrando el martes.

El día transcurrió bastante a los saltos, principalmente por el VAC.
Para que se entienda: el VAC se trata más o menos como de envasar al vacío con film la panza, con una bomba que mantiene ese vacío. Cualquier filtración de aire o cambio de presión hace que el sistema dispare una alarma advirtiendo que la cosa no está bien.
Desde ayer a la noche veníamos teniendo alarmas de pérdida de presión: entre el calor y la mayor movilidad, no es raro que el asunto se desacomode.

Justamente, hoy vino la técnica que se encarga de hacer los ajustes del VAC. Hizo lo suyo, dejó todo fantástico, y al rato de irse el sistema volvió a fallar. La técnica volvió. Reajustó, reacomodó, y probó: todo OK. Un par de horas más tarde, otra vez la alarma. Moraleja: no vemos la hora de que esa herida cierre de una buena vez y podamos despedir con honores al VAC y estar un poco más tranquilos.

La evaluación que se hizo hoy es que la herida ya pasó la fase de drenado y está en fase de regenerar tejido. Un poco más cerca. Aunque esas alarmas hacen que se haga eterno.

En cuanto a las actividades, hoy estuvo bastante fuera de la cama: leyendo, viendo algunas series… Hasta ahí llegan los ánimos por el momento. Además, el calorísimo nos mantuvo alejados del jardín.

Mañana toca visita al cirujano de la segunda cirugía. Será una mezcla de excursión con aventura. Con el bendito VAC a cuestas, por supuesto. Veremos qué historias nos esperan.
 

lunes, 25 de enero de 2021

Fin de lunes.

El calorazo infernal no detuvo una sesión de kinesiología bien intensa. El miércoles hay visita al cirujano, y se eligió no pedir traslado en ambulancia, así que con el kinesiólogo hubo ensayo de movimientos y subida y bajada de escalones.

Con los movimientos y las molestias del calor, el VAC hizo sonar alarmas de pérdida de presión durante todo el día. Se supone que mañana hay un nuevo reajuste (si le ganamos a las burocracias, eterno obstáculo).

Hubo una sesión de cine, y en las comidas las cantidades fueron correctas. Nunca faltan unas buenas cuotas de negociación y persuasión, por supuesto… como para no perder la costumbre.
 

domingo, 24 de enero de 2021

Un domingo bien domingo.

El calor fue el gran protagonista, así que la cosa no dio para deportes de alto rendimiento.
Un poco de jardín a la mañana, otro poco a la tardecita, un rato de series, y una alimentación bastante aceptable.

Sin grandes hitos, pero manteniendo la regularidad.
 

sábado, 23 de enero de 2021

Fin de sábado.

Avances de los buenos: pasó gran parte de la mañana sentada en el jardín, y después del almuerzo y siesta hizo otra tanda de jardín y un poco de series en el sillón. Sacarle horas a la cama es el Gran objetivo por estos días, así que hoy avanzamos duro y parejo en esa dirección.

Buena alimentación. Y aunque los ánimos no se manifiestan del todo luminosos, seguimos sumando paso tras paso hacia el estar mejor.
 

viernes, 22 de enero de 2021

Otro viernes.

La imagen del día: después de dos meses y una semana, volvió a sentarse en “su sillón” de siempre. Estuvo leyendo un rato hasta que las molestias del estar sentada le ganaron. Un paso simbólico. Y de paso le robamos unos minutos a la cama, nuestro nuevo enemigo mullido.

Hoy no logramos negociar caminata al jardín, pero las idas y vueltas al comedor diario y los ejercicios de kinesiología ya son rutina.

La alimentación estuvo “adecuada”; ni progresos ni retrocesos. Y alguna película o serie se cuela por ahí, como para distraer un rato la cabeza a la tardecita.
 

jueves, 21 de enero de 2021

Bajando la cortina del jueves.

El emparche del VAC que improvisó anoche el Ingeniero pasó todas las pruebas: no volvieron a sonar las alarmas y el sistema siguió funcionando sin problemas. Nos estamos especializando.

Fue un muy buen día a nivel alimentación, que es una de las grandes batallas.

En cuanto al ánimo, algo irregular: está costando mucho el proceso de despegar de la cama. Logramos una caminata con estadía de unos minutos en el jardín, charlando y viendo fotos viejas, pero la resistencia a andar fuera de la cama está siendo enorme. El cuerpo da señales de muy gradualmente ir queriendo acomodarse, pero está faltando un poco de nafta anímica, que cuando escasea frena todo lo demás.

miércoles, 20 de enero de 2021

Finalizado el miércoles.

Día más amigable.

En la alimentación tuvimos un pequeño pero muy significativo avance con respecto a los dos días anteriores, en los que se había perdido algo de terreno. Festejamos mucho eso.

Hubo una caminata al jardín para hacer los ejercicios de kinesiología. También un poco de lectura y un rato viendo una película que le resultó una estupidez. Aparte de esto, mucho descansar porque la noche no había sido de buen dormir.

Ahora a última hora estamos teniendo algunos avisos de funcionamiento extraño del sistema VAC. El Ingeniero Tomé metió mano en el sellado del sistema y por suerte parecería haber logrado un emparche. Veremos si la noche se pone agitada o no.

Para agregar un poco de emoción a esta historia tan monótona y predecible, desde hace un par de días está sintiendo dolor en la boca al comer cosas dulces. Conociendo el prontuario dental de la implicada, ya empezamos a hacer algunos borradores de cómo podríamos armar la logística, VAC incluido, para visitar a su odontóloga… que está en la punta opuesta de la ciudad.

Sí, todo esto se parece cada vez más a una road movie interminable.

martes, 19 de enero de 2021

Cerrando el martes, el titular principal se lo lleva el susto que nos pegamos al mediodía.

El ayuno desde anoche en espera de la toma de muestras para análisis se extendió más de la cuenta a raíz del retraso de quien tenía que venir. Entre una cosa y otra, se terminó haciendo el mediodía. Así fue que después de algo más de catorce horas de ayuno, estando en la mesa dando el primer bocado, un bajón fuertísimo de presión casi nos la deja evaporada como la Bruja del Oeste del Mago de Oz. Se sintió pésimo y fue un susto grade. Así que de vuelta a la cama y a recuperarse del tremendo pozo de aire.
Por suerte, con el correr de las horas todo se normalizó.

Es crucial recuperar fuerza y energía, así que seguimos tratando de ganarle milímetro a milímetro terreno al tema alimenticio.

Ya está establecido que el nuevo lugar para las comidas es la mesa del comedor diario, así que esa caminata de ida y vuelta un par de veces al día es una buena rutina de base.

Por momentos tiene bastante ánimo, y por momentos no tanto. Está leyendo bastante y hoy quiso ver otra película.

Se hizo el ajuste de VAC semanal, que a esta altura resulta muchísimo menos doloroso que antes (justo mérito también de la técnica que viene a hacerlo, que tiene gran mano).
Eso sí: siguen los desentendimientos burocráticos entre las partes administrativas con el VAC. Debe ser para que no nos aburramos en todo el tiempo que nos viene sobrando.

lunes, 18 de enero de 2021

Fin de lunes.

La visita kinesiológica vino con sorpresas. En primer lugar, después de algunos ejercicios en el jardín, el kinesiólogo la hizo caminar sin andador, cosa que hasta ahora era impensable. Cuando estaban volviendo a la habitación, le preguntó dónde solía comer antes de toda esta situación: cuando mamá le dijo que en el comedor diario, el médico dijo, “Bueno, vamos”. La guio hasta ahí, la hizo sentar, y le dijo “Bueno, a partir de ahora, ya puede comer en la mesa de siempre”.
Y así fue que hoy, después de dos meses, almorzó y cenó en la mesa con nosotros. Un paso gigante.

La visita del supervisor de la internación domiciliaria también fue positiva. Mañana vienen a tomar muestras de análisis para ver cómo siguen los valores clínicos.

Finalmente, se destrabó el nudo de papeles con el VAC y hay soporte por un mes más. Mañana vienen hacer la evaluación de la herida, las curaciones y los reajustes del sistema.

domingo, 17 de enero de 2021

Fin de domingo.

Para compensar el faltazo de caminata de ayer, hoy se duplicó la apuesta: hubo una ida al jardín, con no tan breve estadía, y vuelta. Poco a poco va sumando fuerza y seguridad en las piernas.

Pero lo que se sumó de caminata, se pichuleó en las comidas, que fueron un poco menos “ideales” de lo que vienen siendo. Es un poco el zigzagueo de los días. De todas formas, en general hay un progreso que, aun con oscilaciones, se mantiene.

Mañana, lunes, esperamos la visita del kinesiólogo, del supervisor de la internación domiciliaria, y aspiramos a que se termine de resolver el lío burocrático del VAC.

sábado, 16 de enero de 2021

Fin de sábado.

Día con buen ánimo y recuperación bien encaminada.

Hoy no logramos negociar una caminata; la fiaca pudo más. Pero hizo algunos ejercicios de kinesiología, estuvo leyendo bastante y además le dio por mirar una película. Es increíble cómo las cosas que uno puede considerar “pavas” del día a día de la vida, de repente toman enorme valor.

La alimentación sigue por buen camino. Casi siempre despotrica cuando ve llegar los platos, acusando al equipo de cocina de cargarlos cada vez más (cosa que, en rigor de verdad, es cierto). Pero casi siempre termina comiendo todo o gran parte de lo servido. Así que seguimos corriendo poquito a poquito la frontera.

Sobre la nochecita hubo una bajada de temperatura muy prometedora. Es una variable que se mueve permanentemente, probablemente por el proceso de curación de la herida, pero cuando hace estas bajadas nos ilusiona con que el proceso va poco a poco queriendo acomodarse.

viernes, 15 de enero de 2021

Cerrando el viernes.

Otro día con balance positivo.
El ánimo sigue sumando señales de progreso: compartimos algunas charlas y bromas, hasta que de repente se cansa. Entonces nos despacha, como hoy, revoleando una mano por el aire y “Bueno, chau”.

La alimentación sigue en buen rumbo de normalización.

También se van sumando minutos sentada fuera de la cama. Y hoy repetimos la Operación Caminata. Como llovía, no salimos al jardín, pero llagamos hasta la puerta, corroboramos que llovía de arriba para abajo, y de vuelta a la habitación.

El tema que sí nos tuvo alterados fue el asunto del VAC. No desde lo clínico (por suerte) sino desde lo burocrático. En toda la semana fue imposible lograr que coordinaran la renovación de una orden médicos, Internación Domiciliaria y Auditoría, por lo que llegó el día del vencimiento y la autorización nunca estuvo. La preocupación no es tanto porque alguien pudiera venir a querer desarmar el sistema, sino por el riesgo de quedar sin soporte técnico en caso de algún problema. Según nos dice uno de los médicos, la autorización va a estar, y en el mientras tanto la continuidad del soporte está “apalabrada” con la empresa que da el soporte. En fin.
Como siempre comentamos: el mejor sistema de salud es aquel al que uno no necesita recurrir.

jueves, 14 de enero de 2021

Y se fue otro jueves.

Después del cierre con suspenso de ayer, hoy por suerte recuperamos un poco de calma: la temperatura se reacomodó en los valores más normales de los días pasados.

La alimentación también se sostiene encaminada hacia una normalización, al punto que por momentos tememos que en alguno de los nuevos raptos de hambre empiece a comerse algún mueble o la ropa de cama. De momento, no llega a tanto.

La enorme noticia del día es que hoy, por primera vez, y como parte de la ejercitación kinesiológica, hicimos entre los tres una excursión caminando hasta el jardín. “¡Mi jardín!”, dijo cuando llegó, levantó la vista y vio sus plantas. Se nos cayeron las medias. Sabemos cuánto significa para ella ese paso.

Va volviendo. La remada es dura, pero va volviendo.

miércoles, 13 de enero de 2021

Y se fue el miércoles.

Sin mayores novedades. El hambre sigue bien encaminado en un retorno gradual, y las rutinas de kinesiología se cumplen puntuales y al pie de la letra.
Hoy logró estar un buen rato sentada fuera de la cama. Es una pulseada con las molestias físicas, pero día a día se esfuerza por ganarle un cachito más de terreno.

Sobre la tardecita nos sorprendió un movimiento de temperatura a contramano de lo que veníamos viendo estos días. Sería ideal que eso se reacomode. Quedamos expectantes a ver cómo evoluciona mañana.

Los cierres con suspenso se niegan a salir de la cancha.

martes, 12 de enero de 2021

Cierre de martes.

Hoy tuvimos un pequeño gran sobresalto cuando, por un comentario al pasar de una de las técnicas del VAC, nos enteramos que a ella le figuraba la indicación de que en cuatro días vencía la orden de ese tratamiento y lo iban a retirar. Obviamente, en cuatro días ni soñando va a estar cerrada la herida. Tuvimos varias horas de un intenso thriller burocrático mientras se intentaba resolver el entuerto. Finalmente, llegó la solución: el médico a cargo de la supervisión de la internación domiciliaria logró renovar la orden del VAC. Alivio. Y seguimos.

Por el lado de la evolución diaria, una gran noticia: hoy al mediodía, por primera vez en dos meses, el almuerzo fue un almuerzo “normal”. Gran señal de que las cosas, poco a poco y con gran esfuerzo, van queriendo acomodarse.

Hubo otra visita del kinesiólogo, que ajustó la rutina y la hizo un poco más exigente. El objetivo es conseguir el fortalecimiento necesario para despegar de la cama y volver a caminar.

lunes, 11 de enero de 2021

Fin de lunes.

Con papá hoy fuimos a reunirnos con el clínico. La idea era pasar en limpio un balance de las cosas hasta hoy y definir el panorama hacia adelante.
En síntesis: la evolución del cuadro completo de acá en más tiene una cantidad tan grande de posibilidades que es imposible hacer un pronóstico puntual. Lo que sí es seguro es que el progreso va a estar fuertemente atado a la evolución anímica, psicológica y física, y muy especialmente al impulso que le ponga al espíritu de querer estar bien. El cuerpo irá haciendo sus procesos, pero el bienestar dependerá del querer ir hacia adelante.

Estamos notando que poco a poco se van afianzando los pequeños avances.
Las comidas, en rasgos generales, van estando muy gradualmente cada vez más cerca de la normalidad. Falta, pero en estos últimos tres días los avances suman más metros que los retrocesos. Y eso es un montón.

Aunque le cuesta mucho, le está poniendo una voluntad de hierro a las rutinas de kinesiología y a tratar de despegar de la cama. Cuesta, pero la está empezando a pelear.

Lo mismo con el ánimo. La notamos más ágil en las charlas y más despierta. Hoy toleró ver una película entera, y más tarde los tres tuvimos una larga charla muy sentida. La percibimos cada vez más “de vuelta”. Y ella lo nota también.

No llegamos, pero estamos más cerca y, lo más importante: avanzando. 

domingo, 10 de enero de 2021

Cerrando el domingo.

Seguimos viendo mejoras en las comidas. Todavía no recuperó por completo la alimentación normal, pero poco a poco sigue avanzando.

Superadas las 48hs del corte de antibiótico, la temperatura y el estado general son buenos.

La nueva meta a alcanzar es ir despegando de la cama. Cuesta horrores: después de tantas semanas (y palizas), la cama gana una fuerza gravitacional muy difícil de vencer. Pero vamos a por eso. Los ejercicios kinesiológicos, la mejora en la alimentación, en el ánimo y el VAC acelerando la cicatrización creemos que van a ir ayudando a sumar la fuerza necesaria para ganar movilidad.

Seguimos!

sábado, 9 de enero de 2021

Un buen sábado.

Empezó 7am con hambre. Gran arranque. ¡La presión ahora recae sobre el equipo de cocina!
Y no se quedó ahí: no sólo están apareciendo estas sensaciones de hambre espontáneas, sino que las comidas también son bien recibidas. Aún con porciones chicas, pero comparado con el escenario del que venimos, la evolución es excelente.

Además, disciplinadísima practicante de las dos rutinas de kinesiología diarias. Asistida por papá, que es sabido que tiene probadísima experiencia en estos menesteres, cumple a rajatabla con los ejercicios.

El ánimo, ordenándose. La herida, cerrándose.
Después de casi dos meses interminables, parecería tener pinta de que la cosa va tomando otro color.

Gracias, siempre, por estar, acompañar y mandar fuerzas y ánimos. Llegan. Suman. ¡Empujan!
 

viernes, 8 de enero de 2021

Como moño de cierre de viernes, ¡terminada la metralleta antibiótica!
Cambio de vía mediante, se pudieron hacer sin problema las últimas tres aplicaciones. Ahora, a esperar que todo siga bien, con muchísimas ganas de que continúe la recuperación

Hoy hubo visita kinesiológica, así que abundante movimiento, sacudidas, y queda tarea para los próximos días. El objetivo principal es recuperar la fuerza de piernas para volver a caminar y andar por ahí. Obviamente, cicatrización y VAC mediante.

El ánimo oscila, pero con tendencia muy sutil hacia una mejoría.

La sorpresa del día fue que el arranque de “Tengo hambre” no fue uno, ¡sino DOS! Y hoy no fueron pura fantasía: realmente avanzó un poco con algunos bocados más. Eso sí: el hambre no es de cualquier cosa, sino que viene con platos o sabores específicos. Así que el equipo de cocina hace todo lo posible por atajar los penales y estar a la altura de las demandas culinarias de la doña. Y la alegría que nos da.

jueves, 7 de enero de 2021

Fin de jueves.

Recta final del tratamiento antibiótico. Mañana, últimas tres aplicaciones. Prometen ser complicadas porque la vía que tiene puesta está que casi casi que no pasa más, y en estos meses la pincharon tanto que casi no queda lugar para pinchar. Otro final con suspenso.

Si bien la fluctuación anímica sigue, hoy tuvimos una situación novedosa y, entendemos, prometedora. En un momento de la tarde dijo sentirse aburrida, con ganas de hacer algo. Instantáneamente nos pusimos en guardia para ofrecer el millón y medio de opciones que se nos ocurrían. Pero hasta ahí llegó hoy el envión: no quiso hacer nada.
Hay que tener en cuenta que los casi dos meses de golpizas clínicas extremas e inactividad absoluta llevan a un estado general del que cuesta horrores salir. El objetivo más inmediato es lograr que vaya ejercitando cada vez más el salir un poco de la cama y recuperar el caminar. Así que vemos en ese “aburrimiento” señales incipientes de esas Ganas que estaban completamente desaparecidas.

Lo mismo con la alimentación: hubo un “tengo hambre, YA” que nos catapultó a traerle comida que después terminó comiendo poco y nada. Pero de nuevo: esos reflejos de hambre tampoco venían estando.

Día a día. Remada a remada.

miércoles, 6 de enero de 2021

Cerrando el miércoles.

Todo a razonable velocidad crucero.

El VAC nos sobresaltó con una alarma, pero parece no implicar nada para preocuparse. Sigue funcionando, y mañana por la mañana se hará un chequeo del asunto.

Sigue el antibiótico, y los valores clínicos acompañan sin desacomodarse.

El ánimo mantiene las fluctuaciones; por momentos da alguna que otra pista positiva muy sutil. Nos ilusionamos con esas señales.

La única novedad más o menos contundente vino por el lado de la alimentación. Cuando se enteró que el equipo de cocina (o sea, Yo) iba a preparar para la cena “de los sanos” un pechito de cerdo a la cerveza, instantáneamente reclamó, para nuestro estupor, “yo también quiero”. Cuestión que, pechito de cerdo de por medio, comió un par de bocados (literal). Para cualquier persona eso no tapa ni dos muelas, pero comparado con lo que venimos viendo, fue un hito. Seguramente siga fluctuando y veamos retrocesos, pero esta anécdota chiquitita corrió un poquito la frontera, que es lo que minuto a minuto tratamos de hacer todos los días.

Seguimos!!
Gracias por estar ahí acompañando.

martes, 5 de enero de 2021

Cerrando el martes.

Sin mayores novedades. Expectantes de ir viendo cómo evoluciona todo en esta nueva vuelta a casa. Somos muy cautos: ya aprendimos que festejar antes de tiempo se paga caro.

Hoy se hizo un nuevo retoque del VAC, que poco a poco va cerrando la herida, que está más o menos a la mitad del tamaño original. Por suerte, gracias a la buena mano de la técnica que vino a hacerlo, sumando a la cicatrización que avanza, las molestias por la maniobra fueron mínimas.

Se sigue con el antibiótico.
La alimentación sigue siendo una negociación muy dura en la que por momentos ganamos algo de terreno. Lo mismo con el ánimo. Hoy, de repente tuvo la iniciativa de querer arreglarse un poco las manos y uñas, que están muy castigadas después de estos dos meses de internación. Se quedó sin nafta en la preparación de la cosa, pero vemos como positivo la iniciativa del haber querido.

Veremos si esta noche los Reyes traen un poco de magia a la cosa.

Seguimos.

lunes, 4 de enero de 2021

Día 50.

Otra vez de vuelta en casa. Internación domiciliaria, Segunda Edición.
Esperamos de corazón que esta vez sea con una evolución más feliz que la primera.

Todavía sigue con un tratamiento antibiótico bastante agresivo por cuatro días más. Para estar avisados, nos hicieron saber que, pasados esos cuatro días, hay que ver cómo reacciona al corte de antibiótico. El bicherío que se viene combatiendo durante todo este mes y medio es peso muy pesado, así que si bien la idea es que ya vaya estando todo bajo control, hay que seguir atentos la evolución.

Lo mismo con la alimentación, que es donde está toda la tensión ahora. Aprendiendo sobre este tipo de cirugías y post operatorios, nos estamos enterando que parece ser que es un clásico de clásicos el problemón inmenso, durante semanas, de lograr combatir las náuseas, recuperar el hambre y volver a comer. Gracias, internet.

El VAC sigue avanzando en la cicatrización. Mañana hay un nuevo “retoque”, que esperamos que sea lo menos doloroso posible.

El ánimo está levemente mejor. Se la nota con un poco más de fuerza y la voz sigue poco a poco recuperando color. Hoy incluso en la ambulancia le hizo una joda al ambulanciero, que al agarrar un bache le preguntó si había pisado un gato.

domingo, 3 de enero de 2021

Domingo bien domingo.

Sin novedades destacables.
Día tranquilo: levantadas para almuerzo, merienda y cena. Durmió varias siestas (después, de noche duerme poco).
El VAC sigue su trabajo y sigue el refuerzo de suero.

La alimentación no aumenta en cantidad, pero está aceptando negociar en alguna medida con algo del complejo vitamínico. El objetivo es balancear de alguna manera, así que se negocia muy fuerte.

Mañana, lunes, suponemos que va a haber bastante movimiento y novedades. Veremos si se avanza con la nueva internación domiciliaria.

Ayer intenté indagar en cosas que podrían llegar a interesarle y animarla (música, leer, películas, etc.). Resultado: NADA. Pero papá hizo un descubrimiento accidental: una canción que cada vez que la escucha, ella se pone a canturrearla. Notable. Seguimos buscando los botones que hagan avanzar la recuperación.
 

sábado, 2 de enero de 2021

Fin de sábado.

El sándwich de fin de semana de cuatro días se hizo notar: después de varias idas y vueltas sobre si se concretaba hoy la nueva internación domiciliaria o no, el balurdo administrativo de feriados terminó impidiéndolo.

De todas formas, parte de esta laguna de fin de semana eterno es el no tener del todo claro si realmente está resuelto el escenario post-punción o si quedan temas por arreglar, supervisar o diagnosticar. Estamos seguros de que hasta el lunes no se va a saber nada nuevo sobre eso.

Mientras tanto, clínicamente las cosas están normales. Mantiene el tratamiento antibiótico y refuerzo de suero.

Hoy la noté un poco más “armada” anímicamente, al punto de que nos dimos el lujo de tener una buena discusión y todo. Los buenos viejos tiempos. También está más rápida mentalmente. Algo que noté es que la voz está más cercana a lo que era (recordar que en todo este tiempo prácticamente perdió la voz).
La alimentación (el tema de la discusión) sigue por debajo de lo necesario, pero está haciendo un esfuerzo gigante por superar esa sensación de “no tener lugar” que dice tener, y está agregando algunos bocados más.

Seguimos. Pasito a pasito.
 

viernes, 1 de enero de 2021

Primer día 2021.

Para llevarme la contra en lo que comenté ayer sobre los feriados y la internación volviéndose un pueblo fantasma, hoy, primero de enero, hubo bastante movimiento.

Hubo kinesiología, hubo controles médicos y avanza la posibilidad de, por segunda vez, volver a internación domiciliaria.

Todavía es todo un poco confuso porque sigue con refuerzo de suero y se supone que mañana se hace el cambio al nuevo antibiótico, que iría por vía intravenosa cada ocho horas. No nos cierra que en medio de un esquema así se esté evaluando el pase a domiciliaria. Pero a la vez, es lo que se comenta. Así que avanzamos en otro capítulo con suspenso y final abierto.

El tema de la alimentación se mantiene amesetado: apenas mejor que antes, pero todavía por debajo de lo suficiente. En la cena de hoy pareció haber un leve progreso, pero hasta que no se replique en próximas instancias, no festejamos. Igualmente, imposible negar que un poquito nos ilusionamos.

Veremos veremos.